05/11/2021 20:20
I
Casi de noche,
todo oscuro,
turbio;
entre las sabanas,
ese que era tu príncipe azul
se quedó mirando.
Trastornado y
abalanzado hacia mí.
Sus ojos;
extraños,
sangrientos,
obtusos...
II
El día,
ya no tan claro.
-Coméntale que debe aceptar las cosas-.
Te digo.
-Tal cómo vienen…-
Y llegó,
Contigo,
a un acuerdo;
Nos comprometimos a que
tomase consciencia;
y tú,
te irías olvidando
hasta que algo,
alguien,
pequeña,
abriese tus puertas cerradas.
Dijiste que esas barreras nunca habían
-ni remotamente-
existido (No te creía).
Que todo permanecía abierto,
Que dependía,
únicamente,
de si yo quería…
III
De nuevo de noche,
Ya con más frío,
Las nubes descargan.
Y la lluvia,
golpea los cristales de tu casa.
Verás la oscura calle a través de tus ventanas,
Eres tan guapa, ¿tú me esperas?
Soy un superficial de mierda que,
Aguantaré Mojada mi melena,
bajo el agua espero.
Llegaré a tu puerta,
quedaré afuera…
IV
La terapia es mutua.
Pasará el tiempo.
Hablaremos de tu futuro;
Rozarás dos caminos,
Aunque claro,
Sabemos que no te has lanzado a la piscina sin agua;
Prefieres la calma,
El sosiego,
Lo aburrido, te entiendo,
Te comprendo,
Te describes con tus gestos
-Vuelan, lejos, tus ojos-.
Me lo explico,
Lo interpreto,
Y luego te miro.
Me callo;
es mi trabajo…
V
De momento sé que lo vas pensando,
Me ausento un poco,
Ya no me pierdo,
Y tú a lo tuyo,
vete convenciéndolo,
Después te arrancas,
Te vuelves loca,
Estiras mi pelo,
Tus dedos mis dedos.
Miras mis ojos,
Me matas, muy lento.
Él vuelve a casa,
Yo ya estoy lejos…
VI
Por la mañana,
el frío de las primeras horas,
hará que olvides tu risa al observar como la lluvia nocturna,
moteaba con lágrimas los cristales de tu casa.
Y te crees que soy de acero,
pero me partes...
Tienes talento, si,
Pero yo sé bien,
Que tú sientes,
Muy fríos,
Los cristales de tu casa,
separando,
tras la lluvia,
tu hogar,
del cielo.
Ángel J. García